Se encuentra en la Ciudad Vieja dentro de Fénix Bar en la esquina de Juan Carlos Gómez y Reconquista, al lado del juzgado. Apenas uno entra a Love vegan food se encuentra con la parte de abajo del Fénix bar y se ve que el piso de arriba está inhabilitado por ahora ya que el emprendimiento recién está comenzando.
El lugar está abierto de lunes a viernes de 12:00 a 19:00 horas por ahora, aunque seguramente comience a abrir también los sábados ya que hay muchas personas que no pueden ir durante la semana por sus trabajos. Hasta el momento no hay restaurantes veganos en Montevideo abiertos durante los fines de semana, por lo que Love vegan food podría ser el primero.
Ivana y Vinílica son dos veganas, socias y amigas que empezaron con este emprendimiento el 28 de setiembre de este año, es decir, hace menos de un mes y Entrecopas tuvo la chance de dialogar con una de ellas. A las dueñas les ofrecieron el lugar para llevar a cabo su idea, teniendo en cuenta que el Fénix bar permanece cerrado durante el día. Ellas aceptaron la propuesta y empezaron a llevar a cabo este proyecto, con el cual siempre habían soñado.
Vinílica opinó qué diferencia a Love vegan food de un restaurante tradicional: “creo que las personas que están del otro lado de la cocina deberían tener en claro que es necesario cambiar algunas cosas, y ayudar a las personas a hacer un cambio en su corazón es lo que hace que la elaboración de la comida tenga un cariño y un amor especial que no todos los restaurantes tienen”. Agregó que “sentarse en una mesa y saber que no estás usando ni abusando de ningún animal tiene un plus especial”.
Además del restaurante-cafetería que acaban de poner en marcha, Ivana y Vinílica tienen un proyecto de repartición de viandas con comida vegana por Montevideo desde hace ya un año, y un servicio de repostería desde hace cuatro. Por ahora, lo que les da más ganancia es el reparto de las viandas (50 viandas por día) aunque confían en que el restaurante se convierta en lo que dé más beneficios.
Con respecto al menú del día, primero que nada, éste tiene que ser vegano. Vinílica aseguró que día a día van variando el menú, aunque en el mismo siempre hay una ensalada, una tarta y un plato principal. También dijo que tratan de hacer platos que son típicos de la cocina uruguaya pero veganizados, como por ejemplo milanesa con puré o canelones, y esto llama mucho la atención de los clientes.
Las dueñas sienten que faltan muchos espacios para los veganos y por esto decidieron aportar “un granito de arena” para llenar ese vacío. Ésto se debe a que en Uruguay ha ido aumentando exponencialmente el número de personas veganas.
Lo más curioso según Vinílica es que a pesar de ser un lugar de comida vegana, la mayoría de sus clientes no son lo son, ni tampoco vegetarianos. Hay muchas personas que van al restaurante y piden comida sin saber que es un lugar vegano. Es a este tipo de personas que las dueñas hacen hincapié en presentarle su propuesta, porque algunas terminan siendo clientes fijos.
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